viernes, septiembre 12, 2008

Tu perrito librepensador

Y los ánimos mejoran, aunque a veces no. Pero hoy sí. Qué voluble, qué voluble. Y no voltear a ver a un sr. que se le olvidó el pasaje, vaya a saber Dios dónde. Y seguir sin importarme, y es que el miedo pues. . . . Y encontre hace un par de días esta canción y ya la escuché como 2354325354 millones de veces. Ya ya ya, quizás un poco menos, pero igual es tan genial. Yo no la quiero ver literalmente (el perro y etc), aunque quien la escribio dice que es así y que no hay un trasfondo ni nada de eso. Aún así, me gusta más imaginármela como metáfora (sin caer en la profundidad, por favor). Y es que es tan genial como la canchita sin sal.
Qué tonto es estar aquí, triste y solo sin ti

Perrito triste en soledad Sólo queda ladrar

Yo quiero ir a tu lado en los aviones y en el tren de alta velocidad

cogerte de la mano si te complace

Ya te echo tanto en falta si te levantas,

Porque madrugas para trabajar

Yo te echo tanto en falta, tú lo sabes

Filosofar desde el sillón es raro siendo un can

Tanto leer, quisiera ser un perro más normal

Siendo un perrito bueno se me hace eterno

el corto tiempo en el que tú no estás

yo quiero ir a tu lado a reuniones Ya te echo tanto en falta cuando te marchas

Cuando de noche te vas a bailar

Y sueño son tus besos, tú lo sabes

Yo quiero ir a tu lado en los viajes de negocios,

a tus planes y reuniones con los jefes de marketing

Y no dejar que el protocolo nos separe en las comidas

aunque sean elegantes, distinguidas.

Quiero amarrar mi pata quebrada a tu pata

que también ha de querer estar quebrada.

No permitir que asuntos tontos y banales

me impidan decir, a cada momento

me impidan decir, porque es lo que siento

cuánto te echo de menos

-Single