Hoy es el día de memorias familiares :) bueno no es el día, pero como si lo fuera (siempre las mentiras lucía, lucía como verbo)
Todo mejora cuando uno mejora.
Por ser el menor fui engreido y cuidado para que no me echen el mal de ojo las visitas caseras. Mi madre me cantaba canciones de cuna como el Aserrín, aserrán, los maderos de San Juan piden pan no les dan, piden queso, menos eso, piden ají, eso sí, y con otras melodías de antiguos valses criollos me dormíaJugábamos fulbito en la pista de la bajadita de Tarapacá y los chicos de más edad jugaban play, kiwi, mata gente y yo siempre ansiaba jugar con ellos aunque sea de camote o mantequilla, era más cargoso que la mierda(...)Laura tuvo a su segunda hija Lucía Esther en el año 1989, fue la sobrina número seis. Carajo, todas mujeres, ya estaba harto de cambiar pañales a las niñas.-J.H.S.R.